¿Qué pasaría si el jarabe de maíz alto en fructosa aumenta el riesgo de autismo? Es una hipótesis totalmente plausible. Las fechas coinciden: El jarabe de maíz alto en fructosa entró en el suministro alimentario estadounidense entre 1970 y 1975, se expandió rápidamente a finales de los años 70 y 80, y para 1999 representaba más del 40% de todos los edulcorantes calóricos añadidos en la dieta de EE. UU. Evidencia mecanicista: Varios estudios en roedores informan que la exposición alta en fructosa durante el embarazo o en la primera infancia puede producir comportamientos similares al autismo o neuroinflamación en la descendencia. Efectos de segundo orden: Evidencia de muy alta calidad (grandes metaanálisis) asocia la diabetes materna con un aumento en los riesgos de varios trastornos del neurodesarrollo, incluido el autismo. Esto implica que la disfunción de glucosa-insulina y la inflamación durante el embarazo son contribuyentes importantes. El jarabe de maíz alto en fructosa es una fuente principal de esto en la dieta estadounidense. Esto es obviamente especulativo, pero vale la pena estudiarlo. Desafortunadamente, la gran agricultura suprimirá cualquier investigación real sobre esto porque tienen a ambos partidos en su bolsillo.