Todos estamos en un maravilloso baile donde el champán brilla en cada copa y suaves risas caen sobre el aire veraniego. Sabemos, por las reglas, que en algún momento los Jinetes Negros vendrán rompiendo las grandes puertas de la terraza, desatando venganza y dispersando a los sobrevivientes. Aquellos que se van temprano se salvan, pero el baile es tan espléndido que nadie quiere irse mientras aún hay tiempo. Todos siguen preguntando "¿Qué hora es? ¿Qué hora es?" Pero ninguno de los relojes tiene manecillas. - Wynn