¿Y si el entrenamiento del sueño "Cry It Out" (también conocido como entrenamiento del sueño basado en la extinción) ha contribuido a problemas de salud mental en los jóvenes? En cierto modo, es lo más loco que se le puede hacer a un niño (y se basa en una ciencia increíblemente pobre). Durante siglos, las familias durmieron juntos sin problemas, pero en tiempos modernos se ha vuelto cada vez más tabú... ¿por qué? ¿Cómo puede ser saludable la falta de respuesta emocional repetida ante un bebé? ¿Qué efecto tiene con su calibración del estrés, las expectativas de apego y la autorregulación? ¿Cómo se refleja eso en sus relaciones y conexiones sociales a largo plazo? He leído los estudios y están mal diseñados y tienen poco respaldo. Sin embargo, tenemos toda una generación de padres que siguen ciegamente este protocolo absurdo sin revisar los datos ellos mismos. Para ser justos, los datos que respaldan el colecho también son débiles, pero tiene siglos de precedentes, así que me siento mucho más cómodo apoyándolo que un nuevo enfoque que se instauró en gran medida desde los años 20. Para dar algo de contexto, en el siglo XX, el conductista John Watson (1928), interesado en convertir la psicología en una ciencia dura, se embarcó en la cruzada contra el afecto como presidente de la Asociación Americana de Psicología. Aplicó el paradigma del conductismo a la crianza de los hijos, advirtiendo sobre los peligros del "demasiado amor maternal". El siglo XX fue la época en la que se asumía que la "ciencia" sabía más que madres, abuelas y familias sobre cómo criar a un hijo. Demasiada bondad hacia un bebé resultaría en un ser humano quejumbroso, dependiente y fracasado. Un folleto gubernamental de la época recomendaba que "ser madre significaba sostener al bebé en silencio, en posiciones que inducen tranquilidad" y que "la madre debía detenerse inmediatamente si sus brazos se sentían cansados" porque "el bebé nunca debe incomodar al adulto." Un bebé mayor de seis meses "debe aprender a sentarse en silencio en la cuna; de lo contrario, podría necesitar que la madre lo vigile y entretenga constantemente, una pérdida de tiempo seria." La verdad es justo lo contrario. Ahora sabemos que ignorar a un niño que eleva los niveles de cortisol daña la confianza y el apego. Sin embargo, hoy en día todos los padres jóvenes que conozco han sido adoctrinados para dejar que su hijo llore en silencio. Es realmente una locura.