He notado en las horas de oficina recientemente que no es tan fácil generar ideas innovadoras como lo era hace seis meses. Las ideas obvias están saturadas y los nuevos lanzamientos de modelos no han sacudido el espacio de ideas desde hace un tiempo. Ahora es el momento de buscar con más ahínco ideas buenas no obvias, es decir, apuestas contrarias, que a menudo resultan ser las más grandes de todas de todos modos.