Se mueve a través de un reino que no está hecho para él, donde el orden ha reemplazado a la naturaleza. Un mundo que refleja la forma de la creación pero de manera inadecuada. Los mecanismos zumban como corrientes de viento sin alma, precisos pero huecos, carentes de espíritu. ¿Dónde estoy?, se pregunta. A veces, lo entiendo.