Los mercados nunca han reaccionado de la misma manera durante un cierre. En 2013, las acciones cayeron mientras que $BTC subieron y 5 años después, en 2018, las acciones apenas se movieron mientras que el oro subió. En 2019, el guión volvió a cambiar, las acciones se vendieron y Bitcoin cayó junto a ellas. Los cierres siempre interrumpen el flujo del gobierno, pero la reacción del mercado nunca es uniforme. La publicación de datos se retrasa, la Fed tiene que decidir la política con información incompleta y el gasto se detiene. Por lo tanto, este riesgo de cierre, con probabilidades ahora cercanas al 75%, podría extenderse mucho más allá de los movimientos a corto plazo en un gráfico. Pero la verdadera pregunta es: Cómo el contexto actual de altas tasas, inflación pegajosa y crecimiento frágil choca con la incertidumbre que trae consigo un cierre.