A un inmigrante afgano se le concedió permiso para permanecer en el Reino Unido aunque se desconoce su edad. Durante el procedimiento de asilo, cuando le preguntaron por su edad, respondió "No lo sé" 158 veces y "No lo recuerdo" 49 veces. El juez consideró su historia lo suficientemente creíble como para que se quedara.